20 marzo, 2013

Bailar salsa SÍ, pero no con un alemán.

Exacto. 
Bailar salsa es genial y bastante divertido, si, como es mi caso, estás aprendiendo (por que intentar seguir los pasos y parecer un pato pisando hormigas es bastante gracioso).
Fuimos a la discoteca Q, que ponen música así, salsa, bachata etc. que se encuentra cerca de Corso Milano, y como no y al parecer pasa en toda la ciudad (al menos me pasó igual cuando fui al karaoke) llegas allí con la ilusión del mundo de decir: voy a bailar a pesar de que no se, y me supongo que habrá mucha otra gente que no sabrá; y llegas y encuentras a gente bailando casi como un profesional y te quedas como, emm.. es que habéis tomado clases solo para venir aquí a luciros o que??
Por lo que ya te da un poco de reparo bailar cual pato teniendo a semejantes profesionales en la pista.

Después de que te enseñen los pasos básicos de la bachata hay que llevarlo al escenario y éramos dos parejas (dos y dos) sin embargo, a mi eso de bailar en pareja no se me da muy bien si no conecto con la persona con la que bailo. 
Y no conecté para nada con el chico con el que bailé a pesar de que él si tenia nociones básicas de salsa, pero claro, creo que sabemos como bailan los alemanes, y no, no es un tópico ni una generalización xD.
Entre que él bailaba como un palo y yo estaba más tensa y tiesa que un hierro, aquello fue un desastre... pues yo para bailar en pareja no me dejo "dominar", no se dejarme llevar y el chico pues tampoco sabía como hacerlo a pesar de que sabía los pasos. Hay que decirlo que bailó mucho mejor con mi amiga.

Pero en fin, luego probé de bailar con mi amiga y la cosa fue diferente. Maldita vergüenza la mia, qué mal trago me hizo pasar ayer junto mi tensión poco oportuna. 
En serio... pienso ir cada martes a lucirme (mejor de lo que hice ayer xD) y en volver a Mallorca pienso tomar clases de Salsa, ayer mi orgullo de mujer y mi sensualidad (si es que tengo de eso) se vieron afectados y esto no va a quedar así. 
Esto es la guerra. 

18 marzo, 2013

Venezia, una ciudad con encanto.

Ayer salí por primera vez de Padua. Después de casi tres semanas de mi Erasmus, por fin ayer salí.
Y mi primer destino fue Venecia. 
Venecia queda relativamente cerca, a una media hora en tren y el transporte no es excesivamente caro para nada, pues nos costó unos 7€ ida y vuelta.

Y tengo que decirlo, de los que íbamos, yo era la más emocionada. Parecía una niña pequeña, pero es que siempre había deseado ir a Venecia y desde el momento que cogía la bici para ir a la estación, salía ya con una sonrisa de oreja a oreja y con una ilusión en el estómago que apenas podía esconder. Sí, soy así de tontica y simple, si algo me ilusiona y se me concede, soy feliz durante una eternidad. 

Al llegar allí, como era de esperar, ya bajaba las escaleras de la estación pegando botes y mi entusiasmo apenas lo podía contener, y cogimos el vaporetto por que como buenos guiris, nos hacía ilusión ya que íbamos a Venecia pasear por el Gran canal que es el canal principal que cruza toda Venecia y por donde circulan góndolas, vaporettos, taxis (sí, sí, taxis), y en definitiva circula toda la línea acuática veneciana.
El vaporetto salió 7€ por cabeza, y mira, la primera vez hace ilusión, sin embargo Venecia se puede hacer perfectamente a pie sin perderse a pesar de sus reticuladas callejuelas. Sin embargo, para los más ricos, pueden darse el gusto de viajar en góndola por unos 80€ por cabeza... dependiendo del gondolero y si puedes regatear con él xD
Paseo en el vaporetto (la de las gafas soy yo. Veis mi cara de ilusión durante el viaje? pues así todo el día)

Para comer, cualquier bar barato está bien, nosotros entramos en uno creyendo que lo era y acabámos pagando 14€ por la comida... nos engañaron como chinos... la novatada del turista que se dice, pero la próxima vez pienso llevarme un bocata... Sin embargo, y para no meter miedo en el cuerpo a los que lean el blog, se puede comer barato por que hay muchísimos puestos de pizza a 2'50€, solo que nosotros no nos fijamos tan bien... 

Desde la estación, dimos un paseo con el vaporetto y pudimos ver Ca' D'oro, la basílica de Santa María della Salute, junto a diversas casas y palacios venecianos y que nos dejó en la piazza de San Marco, y allí pudimos ver la Basílica de San Marco, el palazzo Ducale. De allí decidimos caminar hasta donde nos llevara el viento y perdernos un poco por las calles de Venecia (que profundos somos), y por el camino nos encontramos la Chiesa di San Zaccaria, la di San Rocco, la basílica de Santa María dei Frari, tiendas de máscaras artesanales (de las que me enamoré locamente), el museo de Leonardo da Vinci, el Ghetto de Venecia -hay que decir que este fue uno de los rincones más tristes, no por que fuese el gueto, sino por la diferencia en los edificios pues en el gueto eran casas de colores tristes y sin encanto, como ratoneras, todos apiñados pues llegaron a vivir 1.500 judíos a finales del XVI. Sin embargo, allí también fueron muy despreciados por ser extranjeros en tiempos del renacimiento mucho antes de la 2GM, durante esta y como era de esperar el gueto se convirtió en una jaula para los judíos que se vieron marcados y controlados por el fascismo italiano de aquella época. Actualmente siguen viviendo judíos en el gueto-.




Rincón del ghetto judío

En general para entrar en cualquier lado hay que pagar, por lo que me quedé por ver muchas cosas por dentro, pero como está aquí al lado y como seguro que volveré, me gustaría poder visitar tanto la basílica de San Marcos como la de Frari y el museo de Leonardo da Vinci. Eso sí, para la próxima vez me traigo un bocata de casa!!!! xDDD 
Sin embargo, Venecia tiene un encanto especial y mágico para mi, pero yo soy muy risueña y si no te gusta el arte ni la cultura y no eres de los que le gustan estas cosas, posiblemente Venecia te desencantará bastante. Sin embargo a mi me encantó muchísimo :) 


Próxima parada: Ferrara (si el tiempo lo permite). Ciao!!!! (^__^)/

08 marzo, 2013

Por que si llueve, llueve como toca.

Siempre me han gustado los días de lluvia.
Pero es que en Padua se pasa todo el santo día lloviendo... una así no puede hacer demasiada cosa productiva y yo quiero salir y ver la ciudad, y salir por la noche de fiesta y dar vueltas con la bici e irme a la plaza del huevo (me tomo la libertad de bautizar el Prato della Valle) a dibujar, tomar café, patearme hasta la última iglesia y museo de Padua (estudio historia del arte, suelo hacer esas cosas aburridas que a mi me entusiasman de forma extraña xD) y ver chicos guapos, intercambiar miraditas con algún barbas sexy (ejem, ejem)... 

Aun así he de decir que estos día caminando con mis botas y pisando charcos bajo la lluvia con mi paraguas naranja, no han sido días del todo grises. 
Por que ya lo he dicho, los días de lluvia, me gustan mucho.